La Medalla del Área de Bienestar Social no puede tener mejor destinatario en 2011 que la asociación que personifica el inconformismo, la rebelión contra el sedentarismo y la indignación ante la pasividad que definen a su precursor, Alonso García Viega. Un hombre que emite un canto, que pregona la fe en la participación, por cada rincón de nuestro pueblo y su paisaje.
Alongarvi, en general; y Alonso, en particular, merecen, ahora más que nunca, este reconocimiento, por la inestimable labor de dinamización social, cultural, deportiva y ambiental que ejercen en todo el territorio salvocheano. Y es que Alongarvi se ha consolidado en los últimos años como una gran bandera de la participación ciudadana y la conciencia social.
¿Cómo? Sobre la base de un nutrido y, a nivel provincial y autonómico, prestigioso programa de actividades que va desde el senderismo, el aeróbic o el baloncesto infantil hasta las carreras de la mujer o escuelas de verano y que en 2011 ha coronado su particular Everest con la iniciativa ‘Por un Millón de Pasos’. Una aventura, esta última, que, emprendida en colaboración con la Junta de Andalucía, ha movilizado a cientos de personas por el casco urbano y el entorno campilleros.
La filosofía de Alongarvi, difundida también a través del uso de las nuevas tecnologías, con un blog que se ha convertido en referente informativo y divulgativo de la localidad, es clara: el fomento de hábitos de vida saludable, con el deporte y una alimentación equilibrada como aliados, y con los colectivos de niños, mujeres, discapacitados y mayores como destinatarios más directos. ¿Para qué? Para darles una alternativa.
Y todo ello, sin obviar la puesta en valor del magnánimo patrimonio natural y arqueológico que atesora un término abrazado por las aguas de los ríos Tinto y Odiel y habitado por el hombre desde las Edades de Piedra, de Bronce y de Hierro. Una línea de acción, ésta, que lo sitúan como un extraordinario escaparate de nuestro patrimonio, tanto de cara al exterior como para los propios campilleros.
Alongarvi, en general; y Alonso, en particular, merecen, ahora más que nunca, este reconocimiento, por la inestimable labor de dinamización social, cultural, deportiva y ambiental que ejercen en todo el territorio salvocheano. Y es que Alongarvi se ha consolidado en los últimos años como una gran bandera de la participación ciudadana y la conciencia social.
¿Cómo? Sobre la base de un nutrido y, a nivel provincial y autonómico, prestigioso programa de actividades que va desde el senderismo, el aeróbic o el baloncesto infantil hasta las carreras de la mujer o escuelas de verano y que en 2011 ha coronado su particular Everest con la iniciativa ‘Por un Millón de Pasos’. Una aventura, esta última, que, emprendida en colaboración con la Junta de Andalucía, ha movilizado a cientos de personas por el casco urbano y el entorno campilleros.
La filosofía de Alongarvi, difundida también a través del uso de las nuevas tecnologías, con un blog que se ha convertido en referente informativo y divulgativo de la localidad, es clara: el fomento de hábitos de vida saludable, con el deporte y una alimentación equilibrada como aliados, y con los colectivos de niños, mujeres, discapacitados y mayores como destinatarios más directos. ¿Para qué? Para darles una alternativa.
Y todo ello, sin obviar la puesta en valor del magnánimo patrimonio natural y arqueológico que atesora un término abrazado por las aguas de los ríos Tinto y Odiel y habitado por el hombre desde las Edades de Piedra, de Bronce y de Hierro. Una línea de acción, ésta, que lo sitúan como un extraordinario escaparate de nuestro patrimonio, tanto de cara al exterior como para los propios campilleros.
P.P.O.
No hay comentarios:
Publicar un comentario